John Edward Robinson, El primer asesino de internet




John Edward Robinson, conocido como el primer asesino en serie de la era de internet, es una figura aterradora que emerge en la década de 1990. Aprovechando la incipiente tecnología digital de la época, Robinson logró perpetrar una serie de brutales asesinatos y engañar a las autoridades durante años. En este artículo, exploraremos su vida, sus crímenes y cómo la historia de Robinson cambió la percepción de la seguridad en internet.

John Edward Robinson nació el 27 diciembre de 1943, en Cicero (Illinois). Sus padres Henry y Alberta tuvieron cinco hijos, Henry Junior, Donald, John, Joanne y Mary Ellen.

Henry era operario de la Western Electric, sueldo que le permitía además de sacar adelante a su prole, financiarse la bebida, ya que era un alcohólico empedernido, por otra parte, estaba Alberta que era la encargada de impartir disciplina en casa y de aconsejar a sus hijos de ir por el camino adecuado. Henry además era de los que cuando llegaban a casa bebido que era un día sí y otro también, maltrataba a sus hijos, así que el ambiente en el hogar no era para nada tranquilo. Alberta siempre intentó que sus hijos sacaran adelante sus estudios y tenía sus esperanzas puestas en John. Eso no le impedía ser especialmente violenta con él, hasta el punto de dejarle inconsciente en más de una ocasión.

Desde muy joven, John expresó su deseo de consagrar su vida a la iglesia y para ello ingresó en un seminario, además también se unió al grupo de Boys Scout local, convirtiéndose en el Eagle Scout más joven de la tropa. Y como tal tuvo la ocasión de liderar a su grupo en una actuación ante la reina Isabel II en Inglaterra donde pudo conocer a la mismísima Judy Garland. De vuelta a casa continuó sus estudios en el seminario, donde realmente no era un estudiante que destacara académicamente, pero en realidad si era de aquellos que se empeñan en lograr algo hasta conseguirlo, aunque tenía un problema con eso de acatar las normas, por lo que al segundo año lo echaron por insubordinación.

Recordemos que Cicero su pueblo natal, es conocido por ser la sede de las operaciones comerciales de Al Capone, con lo cual John creció escuchando historias de Gánsteres y como se podía hacer dinero fácil, en alguna ocasión llego afirmar haber trabajado para la mafia, pero bueno esto lo pondremos entre muchas comillas. Aun así, lo que John tenía muy claro era que no pensaba pasarse la vida como su padre en una fábrica bajo las órdenes de nadie. Y con estas ideas de hacer dinero fácil y rápido se esfumaron las de seguir adelante con su carrera religiosa.

En 1961 comenzó a estudiar radiología, carrera que abandonó a los dos años, eso sí tras dejarlo decidió que era buena idea falsificar su titulación además de fingir haber realizado las prácticas en un hospital de Illinois. Así que con todo esto en mano, comenzó a trabajar en 1964 en el departamento de rayos X de un hospital de Chicago, y es durante esta etapa donde conocería a la que se iba a convertir en su esposa, Nancy Jo Lynch. Después de un brevísimo noviazgo la pareja tuvo que casarse debido a un inesperado embarazo.

Durante un tiempo la vida de John fue tranquila o al menos en apariencia ya que poco tiempo después fue acusado por malversación de más de 30000 dólares de los fondos del hospital, por ello fue condenado a tres años de prisión en 1969, que consiguió eludir al devolver el dinero eso si evidentemente fue despedido. Aunque a decir verdad no le costó mucho encontrar empleo en otro hospital, pero su ajetreada y divertida vida nocturna en los clubs de chicas le pasaron factura en su vida laboral por lo que fue despedido. Aun así, consiguió trabajo de nuevo en otro centro hospitalario del que terminaron acusándole por robar miles de dólares. De nuevo elude la cárcel, la pena que le impusieron, tres años de libertad condicional.

Mientras estaba en libertad condicional fue acusado de robo en tres trabajos consecutivos, pero este señor tenía la suerte de cara y de nuevo se libró de la cárcel eso si su libertad condicional fue ampliada a tres años más. En 1971 formó su propio negocio llamado Professional Servicies Association y se mudó junto a su familia a Missouri, aunque por supuesto esto último lo hizo sin avisar a su agente de la condicional que al enterarse que había abandonado el estado, dio parte de esto y como consecuencia John fue enviado a la cárcel, de la que tardó más en entrar que en salir por que quince días más tarde ya estaba de vuelta en la calle, buscando incautos que invirtieran en su nueva empresa. Uno de estos inversores se percató de que algo no marchaba del todo bien y lo puso en conocimiento de las autoridades, John fue condenado a seis meses de cárcel por falsificación documental y fraude.

A pesar de todo esto la reputación de John a los ojos de sus vecinos era intachable, un buen padre de familia y un ciudadano modélico. Era catequista en la escuela dominical y entrenaba al equipo infantil de béisbol, además dirigía al grupo local de Boys Scouts. Y por si esto no fuera suficiente era directivo de una asociación benéfica que terminó por otorgarle un premio como “Hombre del Año” en reconocimiento por los servicios prestados.

A John le gustaba presumir de este premio, aunque lo que nadie sospechaba es que el mismo había tramado un plan para que le fuera otorgado, durante un tiempo se encargó de mandar cartas al alcalde haciéndose pasar por el director de la organización, donde elogiaba la labor de uno de sus miembros que no era otro que el mismo. John era un manipulador nato, aunque al parecer nadie se daba cuenta de ello. El evento para la entrega del premio fue organizado por el propio John y se convirtió en todo un acontecimiento que atrajo la atención de los periódicos, que estuvieron investigando sobre el galardonado con lo que los antecedentes penales de John Robinson quedaron al descubierto ¿le importo a alguien? pues ni a la gente ni al propio John que siguió con sus actividades ilícitas.

Nuestro protagonista siguió ganando dinero a costa de quien fuera, por ejemplo, mientras trabajaba como gerente para Guys Foods se las ingenió para desviar dinero a su cuenta personal con el que pagaba un apartamento que utilizaba para sus aventuras extramatrimoniales, fue descubierto y se le añadieron otros 65 días a su libertad condicional.

En 1982 terminó de cumplir su última condena, y en ese momento decidió que ya estaba bien de trabajar por cuenta ajena, aunque tenía claro que su negocio estaría dirigido a desfalcar a todo aquello que se moviera. Para ello creó dos empresas fantasmas en las que supuestamente se dedicaba a proporcionar trabajo a mujeres desempleadas, en situación de riesgo o sin recursos. De cara a la sociedad era todo un ejemplo de ayuda desinteresada pero detrás de sus supuestas buenas acciones se escondían siniestras intenciones.

Por estas fechas la conducta sexual de John empieza a desviarse ya no le basta con hacer proposiciones sexuales a sus vecinas casadas, lo que le llevo a pelearse con más de un esposo agraviado, necesitaba emociones más fuertes y para eso se une a una secta secreta de prácticas sadomasoquistas llamada “El consejo internacional de Maestros” en la que al poco tiempo de entrar, ocupa el puesto de “Maestro de los esclavos” cuya función era la de proporcionar a esas reuniones chicas jóvenes que ejercieran como esclavas, para ser torturadas y violadas.

Sus planes se estaban volviendo más elaborados, no solo implicaban la motivación financiera, sino también el sexo y el poder, seguramente sus intereses por el lado más oscuro del sadomasoquismo se mezclaron con su curiosidad de saber cómo sería acabar con la vida de alguien.

En 1984 Paula Godfrey tenía 19 años cuando fue contratada como secretaria por John Robinson para una de sus ficticias empresas, eso si antes tendría que asistir a un curso de capacitación en Texas, por supuesto con todos los gastos a cargo de la compañía Para este viaje, tendría que firmar un montón de papeles en blanco además de proporcionar a John los nombres y dirección de sus parientes más cercanos, con la excusa de que se encontraría demasiado ocupada durante esos días para mantener una comunicación con ellos y que el mismo se encargaría de hacerle llegar noticias sobre ella.

Pasados unos días sin saber nada de su hija los padres de Paula viajaron hasta Texas, en el hotel donde supuestamente tendría que estar hospedada se les informó que nadie con ese nombre se había registrado allí. Cuando contactaron con Robinson este fue incapaz de darles ninguna respuesta sobre el paradero de la joven, eso sí, días después la familia recibió una carta de Paula donde afirmaba encontrarse bien, pero que había decidido alejarse de todo y de todos. La familia no se quedó conforme con esta misiva y acudió a la policía para dar parte de la desaparición, pero sin pruebas poco se podía hacer en contra de John Robinson, así que se catalogó la desaparición de la joven como voluntaria.

John siguió tratando de llevar una vida familiar normal, aunque siguió manteniendo relaciones con otras mujeres, su esposa era conocedora de estas infidelidades y en más de una ocasión amenazo con terminar el matrimonio, aunque el embaucador de su esposo termino por convencerla para que la familia permaneciera unida.

Robinson trazo un nuevo plan para atraer a jóvenes madres con la promesa de un futuro laboral. Se ponía en contacto con los hospitales y decía pertenecer a una organización encargada de proporcionar vivienda y trabajo a madres solteras, la mayoría de los hospitales desconfiaron de la oferta, pero hubo uno en concreto que puso en contacto a una de esas chicas, con la supuesta organización, se trataba de Lisa Stasi, tenía 19 años y acababa de ser madre, se había casado con el padre de su hija apenas unos meses antes y el matrimonio estuvo condenado al fracaso desde el principio, con lo cual ahora mismo ella se encontraba sola con la niña.

El procedimiento fue el mismo que con la anterior víctima. En pocos días Lisa y su pequeña Tiffany de cuatro meses habían desaparecido.

Donald uno de los hermanos de John llevaba un tiempo intentando junto a su mujer tener un hijo, algo que la naturaleza se empeñaba en negarles, así que John vio la posibilidad de hacer negocio. Una vez se divirtió con Lisa y hubo acabado con su vida, cogió a la pequeña y se la entregó a su propio hermano, falsificando los papeles de adopción, a cambio de 5500 dólares, según el como pago por la tramitación de los papeles, decir que tanto Donald como su esposa desconocían el origen de la niña. Tiffany Stasi fue bautizada como Heather Robinson y su padrino fue el asesino de su madre.

Pasado un tiempo los familiares de Lisa recibieron varias cartas, en las que la joven aseguraba que tanto ella como su hija se encontraban bien, labrándose un futuro y mostrándose agradecida con Robinson por esta oportunidad. “Quiero agradecerle toda su ayuda, pero he decidido alejarme de esta zona y tratar de hacer una buena vida para mí y Tiffany”, le decía Lisa a la ex directora del refugio Cathy Stackpole. Además, John declaró ante la policía que la joven se había escapado a Colorado con un hombre llamado Bill.

Estas cartas no terminaron de convencer a la familia de la chica que decidieron investigar su desaparición dando parte a las autoridades que ahora si parecieron interesarse en el caso, y más al comprobar que anteriormente Robinson había estado ligado a la desaparición de otra joven.

Aunque las investigaciones iban desencaminadassobre losmotivos quepodían haber llevado a John a participar en la desaparición de las muchachas, la policía estaba convencida de que John Robinson podría estar dirigiendo una red de prostitución en el apartamento que afirmaba proporcionar a estas mujeres para ayudarlas mientras trabajaban para él. Robinson fue arrestado al comprobar que empleaba a mujeres como prostitutas que se hicieron pasar como esclavas sexuales para los miembros de la secta. Quedó en libertad bajo fianza.

Pero el FBI ya tenía sus ojos puestos en él y comenzó a seguir todos sus movimientos, su libertad condicional fue revocada y condenado a siete años de prisión en Missouri, aunque fue puesto en libertad después de hacer efectivo el pago de la fianza de 250000 dólares y el compromiso de presentarse a su oficial de la condicional diariamente. Pero en 1985 fue acusado de robar 50000 dólares en Arizona como parte de una venta de un condominio ficticio. La pena por este delito iba desde los seis años hasta los diecinueve, pero antes de que saliera la sentencia definitiva John Robinson atacó de nuevo.

La tercera víctima se llamaba Catherine Clampitt, tenía 27 años y había nacido en Corea, la última vez que fue vista con vida fue en junio de 1987. Robinson contacto con ella prometiéndole viajes y ropa nueva, además de un trabajo estable. La mujer llevaba tiempo luchando por dejar ciertas adicciones así que el ofrecimiento de John se presentaba como su gran oportunidad para empezar de cero. Ante la falta de noticias la familia de la joven comenzó a preocuparse y denunció su desaparición, pero no se pudo encontrar ninguna evidencia para poder arrestar a Robinson. Su cuerpo jamás fue encontrado lo mismo que sucediera con las anteriores víctimas.

Semanas después de este crimen, la justicia condenó a John a seis años de presión por los delitos de estafa y fraude. Tanto la mujer como los hijos de Robinson acudían regularmente a visitarle dando la imagen de ser una familia unida frente a las adversidades. Aunque John entre rejas seguía haciendo de las suyas, en esta ocasión había puesto los ojos en la bibliotecaria del centro que a su vez era la esposa del médico del penal, Beverly Bonner.

Además, entró en contacto con el mundo de los ordenadores aprendiendo incluso a programar, utilizando sus conocimientos para ayudar a la prisión a ahorrar dinero. Estaba bien considerado entre los presos y entre el propio personal del penal. Todas las personas que de una u otra manera tenían trato con el creían ciertamente que estaba en el camino apropiado para la reinserción y ninguno le consideraba una persona que pudiera causar daño a nadie.

John y Beverly comenzaron un idilio y en cuanto Robinson obtuvo la libertad se fugaron a Kansas, Beverly estaba tan enamorada que enseguida solicitó el divorcio. En cuanto la mujer comenzó a cobrar los mil dólares mensuales correspondientes a su pensión alimenticia se perdió toda pista de ella.

Cheques que por supuesto John siguió cobrando durante años. Como en las anteriores ocasiones, los familiares de Beverly recibieron varias cartas en las que les hacía participe de su nueva vida y de lo mucho que estaba disfrutando de sus viajes por el extranjero.

Es a partir de aquí cuando descubre el provecho que puede sacar en internet en la búsqueda de nuevas víctimas.

En 1994 conoce en una sala de chat a Sheila Faith de 45 años ella tenía una hija de quince años que sufría espina Bífida, como consecuencia de esto estaba postrada en una silla de ruedas. Ambas vivían en California y durante un tiempo Sheila y John estuvieron chateando. John sabía lo que Sheila quería escuchar así que le prometió un buen trabajo y hacerse cargo de los gastos médicos de Debbie, tan solo tendrían que trasladarse a Kansas City, la mujer no se lo pensó dos veces. Nada más llegar a Kansas se perdió todo rastro de ambas, sin embargo, los cheques de la pensión de Sheila se continuaron cobrando durante varios años después de su desaparición, hasta un total de 80000 dólares consiguió cobrar John.

Robinson se pasaba las horas conectado a internet y era habitual de las salas de chat de grupos sadomasoquistas allí conocía mujeres interesadas en mantener ese tipo de relaciones. También revisaba a diario los anuncios de los periódicos donde personas buscaban relaciones, y es atreves de uno de estos anuncios como conoce a Alecia Cox. Durante un tiempo estuvieron viéndose y al final John le dijo que le había encontrado el empleo de sus sueños en el extranjero. Ella al instante le estaba proporcionando todos los datos a Robinson para que pudiera realizar los trámites del viaje. Está claro que la suerte fue la aliada de esta mujer, quiso la casualidad que la mañana en la que se suponía tenía que partir, se despertó antes que John y esto le enojo mucho por lo que terminaron discutiendo y el supuesto viaje jamás se llegó a realizar, tiempo después Alecia declaró que haberse despertado antes que él pudo haber interrumpido su asesinato.

Robinson siguió con sus tejemanejes en línea intentando convencer a varias mujeres para sus propósitos. Había redactado incluso un documento llamado “El contrato de Esclava” con la firma de ese documento le dabas a Robinson la posesión de tu cuerpo e incluso de tu mente. A partir de la firma tendrías que obedecer al maestro en todo lo que ordenara incluida la manera de vestir y comportarse. El maestro podía castigarte como considerara por doloroso o humillante que fuera. Pese a estas condiciones no le faltaron mujeres que terminaron siendo sus esclavas, el contrato también implicaba la donación por parte de las dominadas de miles de dólares. Si alguna de ellas intentaba renunciar al contrato o recuperar su dinero pronto terminaban desistiendo debido al miedo que les provocaba que su vida sexual fuera divulgada en las redes.

En 1999 y como siempre a través de los chats conoció Izabela Lewicka, tenía 21 años, había nacido en Polonia, pero hacía años que la joven vivía en el país al que había emigrado junto con su familia. Isabela estudiaba en la Universidad de Pardue. La muchacha comenzó una relación de esclavitud con John, dejando todo y mudándose a Kansas por él. Robinson le compró incluso un anillo de compromiso, aunque él seguía casado con Nancy. Solicitaron una licencia de matrimonio, evidentemente el usó un nombre falso para ello. Además, Isabela le concedió plenos derechos sobre todo lo que tuviera que ver con ella, incluidas sus cuentas bancarias, evidentemente. Al poco tiempo de mudarse la familia recibió un correo electrónico diciendo que se había casado con un hombre de negocios, que era inmensamente feliz y que simplemente no quería seguir teniendo relación con ellos. John se aseguró de divulgar entre sus conocidos de Kansas que Izabela había sido deportada, cuando en un control la habían detenido en posesión de Marihuana.

Poco tiempo tardó en contactar con una nueva víctima, se trataba de Suzette Trouten una enfermera de Michigan con la que contacto a través del chat de sadomasoquismo y a la que ofreció trabajar con él en Kansas. Este trabajo implicaba viajar al extranjero para realizar una formación, por lo que la mujer no tuvo ningún problema en facilitar a John el número de su seguro social para la tramitación del pasaporte. Suzette viajo junto a sus dos perros. Una vez allí se hospedó en un hotel que Robinson conocía y comenzaron una relación, John había comenzado a tomar fotografías explicitas de las mujeres con las que practicaba sexo, pero en esta ocasión también se filmó manteniendo relaciones con Suzette, esta cinta se usaría posteriormente en los tribunales para condenarle por asesinato.

No os revelo nada nuevo si os digo que al poco tiempo la mujer despareció, John llamó a control de animales asegurando que alguien había abandonado a dos pekineses cerca de su vivienda. Cuando los voluntarios llegaron, comprobaron que los perros estaban bien cuidados y alimentados, para nada parecían abandonados.

La madre de Suzette comenzó a recibir cartas mecanografiadas de su hija en las que relataba los viajes que hacía con John. Sin embargo, algo llamó la Atención de la mujer, su hija decía viajar mucho, pero todas aquellas cartas tenían matasellos de Kansas, además Suzette solía tener faltas ortográficas que por arte de magia no aparecían en aquellas cartas, algo no estaba bien. Cuando finalmente pudo contactar con John, este le explicó que su hija le había abandonado por otro hombre después de haberle robado todo el dinero.

La policía investigaba la conexión de John con varios informes de personas desparecidas, pero necesitaban algo más que sospechas para poderle detener.

En el año 2000 una mujer presento una denuncia contra John Robinson, al que acusaba de agresión y robo de juguetes sexuales, por un valor de 700 dólares Uno de los hoteles que frecuentaba Robinson fue puesto bajo vigilancia. Finalmente, la policía y el fiscal del distrito pudieron presentar acusaciones contra Robinson cuando obtuvieron Información de que estaba a punto de atraer a una mujer y a su hija adolescente para que dejaran todo y se fueran a vivir con él.

John Robinson fue detenido el 2 de junio de 2000. La casa móvil que compartía con su esposa Nancy fue registrada. La policía incautó varios ordenadores, herramientas y documentos que le relacionaban con todas las mujeres reportadas como desaparecidas.

Se comprobó que John tenía una granja en el este de Kansas y se procedió a su registro. La policía descubrió dos barriles de más de 300 litros cada uno, dentro de cada uno de ellos se halló el cuerpo de una mujer.

John tenía alquilado además un almacén y en su registro se encontraron tres barriles más que contenían otros tres cuerpos. Los cinco cadáveres encontrados pertenecían a Izabela Lewicka, Suzette Trouten, Beverly Bonner, Sheila Faith y su hija Debbie. Además, se pudo vincular a Robinson con los asesinatos de Lisa Stasi, Catherine Clampitt y Paula Godfrey. La causa de la muerte de todas ellas traumatismo craneal.

Tras ser arrestado, quedó al descubierto otro de los secretos de John. Las autoridades anunciaron que habían encontrado a Tiffany Stasi viva, había sido adoptada por una familia de la que se ocultaron los datos en un principio. Mas tarde se hizo público que Tiffany Stasi era Heather Robinson, la sobrina de John. Desde el primer momento las autoridades dejaron claro que tanto Donald como su esposa estaban fuera de toda sospecha “Creemos que esta familia, no tenía conocimiento de ninguna actividad criminal relacionada con la adopción de la pequeña Tiffany. Creían que eran los padres adoptivos de esta niña, pero no era una adopción legal. Su hermano fue una víctima de todo esto”

El juicio de John Edward Robinson comenzó en octubre de 2002 en el condado de Johnson, Kansas, donde fue acusado de tres cargos de asesinato en primer grado por las muertes de Suzette Trouten, Izabela Lewicka y Lisa Stasi. También fue acusado de múltiples delitos menores relacionados con el fraude y la falsificación de documentos.

El juicio fue un evento mediático importante debido a la naturaleza sensacionalista y aterradora de los crímenes de Robinson y su conexión con el uso de internet para atraer y manipular a sus víctimas.

La fiscalía presentó una gran cantidad de pruebas incriminatorias contra Robinson, incluidos objetos personales de las víctimas encontrados en su propiedad, así como registros de sus comunicaciones en línea. También mostraron fotografías de las víctimas mientras eran torturadas, lo que dejó una profunda impresión en el jurado.

Durante el juicio, testigos clave brindaron testimonios detallados sobre la brutalidad de los crímenes de Robinson y cómo había utilizado internet para manipular y controlar a sus víctimas. Algunos de estos testigos incluyeron a exnovias y empleadas de Robinson, así como a investigadores y expertos en informática que habían trabajado en el caso. También se presentaron testimonios de familiares de las víctimas, lo que aportó un toque emocional al proceso.

La defensa de Robinson, por otro lado, intentó argumentar que no había pruebas suficientes para vincularlo directamente con los asesinatos y que las pruebas en su contra eran circunstanciales. También cuestionaron la integridad de la investigación policial, alegando que las autoridades habían manipulado pruebas y violado los derechos de Robinson durante su arresto y posterior interrogatorio.

Sin embargo, el jurado no se dejó convencer por los argumentos de la defensa. El 29 de octubre de 2002, tras un juicio de seis semanas, Robinson fue declarado culpable de tres cargos de asesinato en primer grado y condenado a pena de muerte en Kansas. Fue la primera vez que se emitía una condena a muerte en el condado de Johnson en más de 30 años.

En enero de 2003, Robinson fue llevado a juicio en Missouri por los asesinatos de Sheila, Debbie Faith y Beverly Bonner. En este caso, se declaró culpable y recibió cinco cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional. La admisión de culpabilidad en Missouri permitió que el estado evitara un segundo juicio por pena de muerte.

Hasta la fecha, Robinson sigue en el corredor de la muerte en Kansas, a la espera de la ejecución de su sentencia. El caso de John Edward Robinson sigue siendo un hito en la historia del crimen en los Estados Unidos y un sombrío recordatorio de la depravación humana y los peligros de la era de internet.


Curiosidades del juicio:

Durante el juicio de John Edward Robinson, se produjeron varios momentos y aspectos inusuales que destacaron la notoriedad de este caso. Aquí hay algunas curiosidades del juicio:

El juicio de Robinson fue uno de los primeros en incorporar tecnología de vanguardia en el proceso judicial. Se utilizaron proyectores y pantallas para mostrar pruebas digitales, como fotografías y registros de comunicaciones en línea, lo que permitió al jurado comprender la magnitud de los crímenes y cómo Robinson había utilizado internet para manipular a sus víctimas.

El caso de Robinson atrajo la atención de los medios de comunicación en todo el mundo, en parte porque fue etiquetado como el "primer asesino en serie de Internet". La forma en que utilizó el internet para identificar, atraer y controlar a sus víctimas fue un elemento novedoso y escalofriante que hizo que el caso fuera aún más impactante.

Este caso también tuvo un impacto significativo en la legislación de privacidad en línea. Después del juicio, muchos estados comenzaron a aprobar leyes más estrictas para proteger la privacidad de las personas en línea y para facilitar la persecución de delitos cibernéticos.

El juicio de Robinson sirvió como un llamado a la acción para que las autoridades y la sociedad en general presten más atención a los peligros y riesgos asociados con el uso de internet. Desde el juicio, ha habido un mayor enfoque en la educación y concienciación sobre la seguridad en línea, así como en la implementación de medidas de protección más sólidas por parte de las plataformas.

Durante el juicio, se mencionó la posibilidad de que Robinson estuviera vinculado a otras desapariciones y asesinatos en todo el país. Aunque no se han encontrado pruebas concretas para respaldar estas afirmaciones, el caso sigue siendo objeto de especulación y teorías sobre la posible magnitud de los crímenes de Robinson.

En resumen, el juicio de John Edward Robinson fue un evento impactante y sin precedentes en la historia del crimen en los Estados Unidos. Las curiosidades del juicio subrayan la naturaleza inusual y aterradora del caso y el papel que la tecnología e internet jugaron en la comisión de estos brutales asesinatos.


Series y películas:

Aunque no se ha realizado una película o serie de televisión específicamente centrada en el caso de John Edward Robinson, su historia ha sido presentada en varios programas de televisión y documentales sobre crímenes reales. Algunos de estos incluyen:

1. "Forensic Files" - Este conocido programa de televisión sobre criminología forense presentó el caso de Robinson en un episodio titulado "Hack Attack", que se centra en cómo los investigadores utilizaron la tecnología y el análisis forense de computadoras para rastrear y atrapar a Robinson.

2. "Dateline NBC" - El programa de noticias y documentales "Dateline NBC" cubrió el caso de Robinson en un episodio que detallaba su vida, crímenes y juicio.

3. "American Monster" - El programa de televisión "American Monster" de Investigation Discovery también presentó un episodio sobre el caso de Robinson titulado "Master Manipulator", que se centra en cómo utilizó el internet y su encanto para manipular y controlar a sus víctimas.

4. "Deadly Women" - Otro programa de Investigation Discovery, "Deadly Women", incluyó el caso de Robinson en un episodio que exploraba asesinos en serie que utilizan el internet como herramienta para atraer y matar a sus víctimas.

Si bien no existe una película o serie de televisión específicamente centrada en John Edward Robinson, su caso ha sido presentado en diversos programas y documentales, lo que demuestra el interés duradero y la notoriedad de este escalofriante asesino en serie.


Libros relacionados con el caso:

1. "Anyone You Want Me to Be: A True Story of Sex and Death on the Internet" por John Douglas y Stephen Singular: Este libro, escrito por el renombrado experto en perfiles criminales John Douglas y el periodista Stephen Singular, se centra en el caso de Robinson y en cómo utilizó internet para atraer a sus víctimas. El libro también analiza cómo las autoridades rastrearon y finalmente atraparon a Robinson utilizando la tecnología forense.

2. Portraits of Murderers, Cannibals and Sex Predators Who Stalked the Web for Their Victims" por Christopher Berry-Dee y Steven Morris: Este libro presenta una serie de casos de asesinos que utilizaron internet para localizar, atraer y matar a sus víctimas, incluido John Edward Robinson. Los autores examinan los detalles del caso de Robinson y cómo encaja en el patrón más amplio de asesinos en línea.

3. "The Internet Murders" por Adrian Havill: Este libro explora varios casos de asesinatos relacionados con internet, incluido el caso de John Edward Robinson. Havill analiza cómo Robinson utilizó el internet para manipular a sus víctimas y cómo las autoridades finalmente lo atraparon.

Estos libros proporcionan una visión profunda y detallada del caso de John Edward Robinson y ofrecen un análisis más amplio de los peligros que acechan en el mundo en línea. Al leer estos libros, los lectores pueden obtener una comprensión más completa de la vida de Robinson, sus crímenes y las consecuencias que tuvieron en sus víctimas y en la sociedad en general.


Conclusiones:

Es importante tener en cuenta que el uso de internet en sí mismo no es el causante directo de estos crímenes, sino que son las personas que los cometen las responsables de sus actos. El uso de internet puede ser una herramienta útil y positiva, pero como cualquier herramienta, puede ser mal utilizada por algunas personas con fines ilegales o inmorales.

Es necesario tomar medidas de seguridad y educar a los usuarios sobre los peligros potenciales de internet, especialmente en el ámbito de las citas y las relaciones en línea. También es importante que las autoridades y los proveedores de servicios en línea trabajen juntos para prevenir y abordar los delitos relacionados con internet.



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