Richard Cottingham, El asesino del Torso
Hoy, nos adentraremos en la mente de un depredador despiadado, conocido como asesino del torso. Acompáñennos en un viaje a través de los horrores de sus crímenes, mientras exploramos los oscuros recovecos de su mente retorcida. ¿Qué llevó a este monstruo a cometer actos tan atroces? ¿Cómo logró evadir la justicia durante tanto tiempo? Prepárate para sumergirte en uno de los casos más escalofriantes y perturbadores de la historia criminal. ¡Comencemos este viaje al abismo de la oscuridad!
Richard Cottingham en el seno del Bronx Nueva York, el 25 de noviembre de 1946, siendo el primogénito de una familia compuesta por tres hermanos. Sus progenitores, caracterizados por su serenidad y afecto, proporcionaron una niñez sin contratiempos. A los doce años, el clan familiar emigró a River Vale, Nueva Jersey, y en 1964 culminó sus estudios en la Pascack Valley High School de Hillsdale, Jersey. Era un chico solitario, no establecía amistades con facilidad, prefería quedarse en casa consumiendo material pornográfico. Sus preferencias se inclinaban hacia escenas que involucraban una amplia gama de violencia sexual, específicamente, aquellas que abordaban la temática de la esclavitud sexual.
No padeció abusos ni fue objeto de acoso en el colegio y participó activamente en el equipo de atletismo de la escuela, destacándose como fondista.
Entre 1964 y 1966, se desempeñó como operador de ordenadores en "Metropolitan Life", la empresa donde su padre ejercía como corredor de seguros. Simultáneamente, se dedicó a la formación en informática, convencido de que este campo representaba el porvenir. Dichos conocimientos le abrieron las puertas a un empleo más prometedor a la temprana edad de veinte años, cuando se integró al equipo de trabajo de "Blue Cross Blue Shield of Greater" en Nueva York. Fue durante esta fase de su carrera laboral que las autoridades lo detuvieron por primera vez, El 3 de octubre de 1969, se vio inmerso en un proceso legal al ser acusado de conducir bajo los efectos del alcohol en la ciudad de Nueva York. Como consecuencia de la condena, se le impuso una multa de 50 dólares y diez días de arresto domiciliario.
El 3 de mayo de 1970, contrajo matrimonio con Janet, con quien compartió la crianza de tres hijos. El había comenzado a cometer asesinatos incluso antes de conocerla.
Mary Ann Della Salla, de 17 años, desapareció en 1967 mientras vivía en el 150 de Hobart Street en Hackensack, condado de Bergen, Nueva Jersey. Estudiante de último año en la escuela secundaria Hackensack, trabajaba a tiempo parcial en un supermercado, para ayudar con las finanzas familiares. El 24 de enero de 1967, al finalizar su turno, rechazó la oferta de un compañero de trabajo para llevarla a casa y optó por caminar. Sin embargo, nunca llegó a su hogar.
Su desaparición fue reportada por sus padres, quienes estaban preocupados al no verla regresar, aquello no encajaba con su comportamiento habitual. Mary Ann estuvo desaparecida durante 80 días hasta que, el 10 de abril, un trabajador de una fábrica descubrió su cuerpo flotando en el río Passaic, detrás de una planta de tratamiento de aguas residuales municipal. Había sido estrangulada, y aunque no se determinó la causa exacta de su muerte, la policía concluyó que la mataron en otro lugar y arrojaron su cuerpo al río.
Cuando la encontraron, aún tenía su bolso con ella, unido de alguna manera a su suéter, y no se habían llevado ninguna de sus pertenencia y tampoco había signos de violación.
El 28 de octubre de 1967 fue el ultimo dia que vieron con vida de Nancy Schiava Vogel, una mujer de 29 años, casada y madre de dos hijos. Ese día, desapareció cuando se dirigía a la iglesia de Little Ferry con la intención de participar en una partida de bingo junto a amigos. Sin embargo, de manera inesperada, su trayecto la llevó a unos grandes almacenes, hecho que posteriormente quedó evidenciado por el ticket y las compras encontradas en su automóvil.
En algún momento durante ese día fatídico, Nancy se cruzó con Richard Cottingham, quien la secuestró y la llevó hasta Ridgefield Park, donde tres días mas tarde su cuerpo fue encontrado dentro de su propio vehículo, estaba desnuda, atada y había sido estrangulada.
Nancy sufrió graves lesiones, con contusiones notables en el lado derecho de su rostro, tenia un ojo morado, además de un extenso hematoma en la parte posterior de la cabeza. Sus manos estaban atadas delante de ella con una cuerda delgada, mientras que otra cuerda rodeaba su cuello. Su cuerpo estaba cubierto con los que parecía ser una manta militar. Un detalle que llamaba la atención era que la ropa de Nancy fue hallada "cuidadosamente doblada debajo de ella" en el asiento trasero, sugiriendo que el asesino podría haberla matado dentro del automóvil. Tanto Nancy como Richard Cottingham vivían en Little Ferry y al parecer se conocían.
Diane Cusick, tenia 23 años y trabajaba en una escuela de baile para niños, la tarde del 16 de febrero de 1968, después del trabajo decidió ir al centro comercial Green Acres, en el condado de Nassau para comprar unos zapatos, momento en el cual Cottingham la siguió. Presumiblemente se hizo pasar por un guarda de seguridad o un oficial de policía, la acusó de robo y de ahí todo le resulto muy facil, la joven apenas pesaba 45 kilos por lo que la pobre poco pudo hacer para defenderse. Fue brutalmente golpeada, violada y asesinada dentro de su mismo automovil. Fue su padre quien encontró el cuerpo en el asiento trasero del vehículo aparcado en el centro comercial.
Aunque la policía logró recolectar evidencia de ADN en la escena del crimen, lamentablemente, en ese periodo no existían pruebas de ADN disponibles. Como resultado, el caso se enfrió y quedó sin avances significativos.
Jackie Harp tenia 13 años y vivia en el 150 de Birch Street en Midland Park, Nueva Jersey junto a sus padres y sus cuatro hermanas. Su día a día se desarrollaba de forma habitual, siguiendo la rutina típica de cualquier adolescente. Desafortunadamente, su vida dio un giro trágico cuando se topó con un mal nacido que puso fin a su existencia.
El 17 de julio de 1968, Jackie, quien ejercía como mayoret en la Escuela de Midland, desapareció tras la conclusión de los ensayos alrededor de las nueve de la noche. Después de recoger sus pertenencias y despedirse de sus compañeras, fue vista caminando hacia su casa pero nunca llegó a reunirse con su familia. Su madre reportó su desaparición alrededor de la una de la madrugada. Al día siguiente por la mañana, el cadáver de Jackie fue descubierto en una calle sin salida a tan solo treinta metros de su hogar.
El cuerpo de Jackie mostraba evidentes signos de golpes en el rostro y se determinó que había sido estrangulada con la cuerda de la bolsa que llevaba consigo, destinada a transportar sus banderas de mayoret. Inicialmente, la policía sospechó de agresión sexual dada la disposición de su ropa, pero la autopsia posterior confirmó que no había sido víctima de violación.
Irene Blase, de 18 años, fue reportada como desaparecida el 7 de abril de 1969. Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado boca abajo a una profundidad de metro y medio en Saddle River, había sido estrangulada con la cadena de un crucifijo que llevaba consigo. Cottingham la vio de compras en Hackensack, Nueva Jersey, y la persuadió para compartir una bebida con él. Posteriormente, ambos tomaron un autobús hacia otro lugar, donde pasaron tiempo juntos. Más tarde, Richard se ofreció a llevarla de regreso a la estación de autobuses, pero su intención era muy diferente, poco después acabo con su vida.
El lunes 14 de julio de 1969, alrededor de las 8:00 p.m., Denise Falasca, una joven de 15 años, salió de su hogar en 32 Bergenline Avenue en Closter, Nueva Jersey, con destino a la casa de una amiga en Westwood. A pesar de que se esperaba que Denise regresara a casa a las 11:00 p.m., nunca lo hizo. Según testigos, alrededor de las 9:00 p.m. de esa misma noche, vieron a Denise caminando por Old Hook Road en Emerson, en dirección a Westwood. En ese momento, llevaba unos vaqueros azules de campana, una camisa oscura y un bolso con cordón de cuero marrón.
El martes 15 de julio de 1969, el cadáver de Denise fue encontrado frente al Cementerio de St. Mary. Se hallaba sin ropa en la parte superior de su cuerpo, con el sujetador enredado alrededor de su cuello. La escena revelaba signos de una agresión brutal, evidenciada por contusiones en la barbilla y en la cara, incluyendo un ojo morado. Todo apuntaba a que había sido estrangulada con su propia cadena. La autopsia confirmó la presencia de agresión sexual, y se encontró la marca de una mano ensangrentada en uno de sus muslos.
El 1 de marzo de 1970, un grupo de excursionistas hizo un macabro descubrimiento al hallar el cuerpo sin ropa de una joven en el bosque al oeste del Tweed Boulevard en South Nyack, Nueva York. La víctima presentaba evidentes marcas alrededor del cuello, indicando que había sido estrangulada. Las autoridades informaron que la joven llevaba aproximadamente 48 horas sin vida. A través de la investigación del FBI, se identificó a la fallecida como Lorraine Montalvo McGraw, de 26 años, residente de Long Island, quien llevaba desaparecida desde el 27 de febrero de 1970. Lorraine tenía un historial extenso en delitos relacionados con drogas y prostitución, y en muchos de estos casos utilizaba nombres falsos. La joven ejercía su actividad en diversos clubes, bares y establecimientos para adultos.
El viernes 5 de mayo de 1972, Mary Beth Heinz desapareció. Trabajaba como niñera y, debido a sus episodios de convulsiones y epilepsia, no conducía. Al finalizar su jornada laboral, tomó un autobús con la intención de dirigirse a la casa de la familia donde solía pasar los fines de semana, donde todos la esperaban para celebrar una fiesta. Lamentablemente, Mary Beth nunca llegó. Cinco días después de su misteriosa desaparición, su cuerpo fue encontrado en un arroyo en Rockville. Había sido víctima de estrangulamiento y sufrió una brutal paliza.
El cadáver de Laverne Moye, una mujer de 23 años y madre de dos hijos residente de St. Albans, Queens, fue hallado en un arroyo de Rockville Center el 20 de julio de 1972.Su asesino la estrangulo y después lanzo su cuerpo desde el mismo puente de Península Boulevard desde donde se deshizo del cuerpo de Mary Beth Heinz.
El 21 de agosto de 1972, Richard enfrentó acusaciones de hurto en los grandes almacenes Stern de Jersey. Durante ese mismo período, fue señalado en relación con una acusación de violación que incluía sodomía, aunque no se encontraron pruebas en su contra y el caso no llegó a los tribunales.
Después de nueve años de vida conyugal, Janet finalmente decidió separarse de Richard, argumentando que su esposo tenía predilección por mantener relaciones con trabajadoras sexuales y le resultaba complicado apartarlo de los bares a los que se había vuelto aficionado. Janet se mudó con sus tres hijos a Poughkeepsie, en el condado de Dutchess, también en el estado de Nueva York.
Esta situación no frenó la vertiginosa carrera criminal de Richard Cottingham.
Sheila Heiman, de 33 años, fue hallada brutalmente golpeada y apuñalada en su residencia de North Woodmere, Nueva York, el 20 de julio de 1973. Su esposo hizo el macabro descubrimiento cuando regresó al domicilio esa mañana, encontrándola sin vida en el baño principal. Curiosamente, ninguna de las habitaciones fuera del baño mostraba signos de lucha. Los vecinos de la pareja no informaron de incidentes extraños en las proximidades de su casa en las horas anteriores a que fuera descubierto el cuerpo, la autopsia descartó la posibilidad de violación.
María Emérita Rosado Nieves, una joven portorriqueña de 18 años, fue asesinada en Wantagh, Nueva York, el 27 de diciembre de 1973. Su cuerpo fue descubierto en un área de vegetación cercana a la parada de autobús de East Bathhouse, en Ocean Parkway, en Jones Beach. Los empleados de mantenimiento del parque la encontraron, envuelta en una manta gris y cubierta con bolsas de plástico, tras haber sido estrangulada. Es realmente triste pensar que la joven dejó su país en busca de una vida mejor, solo para encontrarse con la muerte.
El viernes 9 de agosto de 1974, Lorraine Marie Kelly, de 16 años, y Mary Ann Pryor, de 17 años, salieron de North Bergen con la intención de ir de compras al Garden State Plaza. Ricky Molinari, el novio de Kelly, las dejó en una parada de autobús, desde donde planeaban hacer autostop. El 14 de agosto, se encontraron los cuerpos de ambas en un bosque cercano al complejo Ridgemont Gardens. Estaban desnudas y atadas de muñecas y tobillos, yacían boca abajo una junto a la otra. Fueron golpeadas, violadas y posiblemente estranguladas, según las marcas de ligaduras en sus cuellos. También presentaban quemaduras de cigarrillo en la piel. Cottingham admitió con el paso de los años haber secuestrado, atado, violado y ahogado a ambas en una habitación de motel.
El 7 de octubre de 1974 Lisa Thomas de 15 años tenia pensado pasar la tarde en el centro comercial Nanuet, pasear y comprarse una blusa, nunca regreso a casa. Fue su propio padre quien encontró su cuerpo al día siguiente detrás del centro comercial en un área boscosa. Tenia los ojos vendados con un pañuelo rojo que ella misma llevaba en el bolso, había sido golpeada en la cabeza pero no había signos de agresión sexual. Casi 50 años mas tarde Cottingham se hizo responsable del asesinato aunque las autoridades no le dieron crédito en este asunto y el caso sigue abierto.
El 15 de diciembre de 1977, cerca de un hotel en New Jersey, se encontró el cuerpo sin vida de Mary Ann Carr, una radióloga. Estaba desnuda, con las piernas amputadas y los pechos mutilados, y presentaba marcas de esposas en las muñecas. Mary Ann fue secuestrada por Cottingham cerca de su apartamento, luego torturada en un hotel y finalmente asfixiada con cinta adhesiva.
Aproximadamente a las 7:00 de la mañana del 16 de diciembre de 1977, se halló el cuerpo de Maryann, de 26 años, entre una furgoneta estacionada y una valla metálica en Little Ferry, Nueva Jersey. Carr vestía un uniforme blanco de enfermera, era radióloga, con la pierna izquierda expuesta debido a que el pantalón estaba rasgado. En su pierna derecha se encontró una mata de su propio cabello. Faltaban los zapatos en la escena del crimen. La víctima fue vista por última vez el día anterior, el 15 de diciembre, conversando con un hombre blanco, de unos 32 años y cabello castaño, en el estacionamiento de los apartamentos Ledgewood Terrance, donde Richard y su esposa habían vivido anteriormente. Cottingham la secuestró en ese complejo de apartamentos y la llevó al hotel Quality Inn. Allí, la golpeó, mordió, apuñaló y violó antes de estrangularla y abandonar su cuerpo en el estacionamiento del Quality Inn. La cuerda utilizada para estrangularla todavía estaba alrededor de su cuello cuando la encontraron. Maryann mostraba hematomas por las esposas en muñecas y tobillos, así como residuos de cinta adhesiva en la boca. Su cuerpo también presentaba numerosas marcas de mordeduras y cortes.
El 22 de marzo de 1978, Richard se encontraba en un bar cuando una mujer llamó su atención era la camarera Karen Schilt, tenia 22 años y estaba embarazada.
Se acercó a ella, y se presentó como "John Schaefer", entablaron una animada conversación y en un momento de descuido él la drogó. Luego la llevo a un lugar apartado, donde la agredió sexualmente y la dejó abandonada en una alcantarilla cerca de un complejo de apartamentos, creyendo que estaba muerta. Es muy probable que Karen estuviera inconsciente durante el ataque, ya que poco después fue encontrada por un empleado de hotel y llevada a la comisaría, donde apenas pudo recordar lo sucedido debido a la droga que Richard le había dado.
Susan Geiger era una prostituta de 19 años con la que Cottingham entabló conversación la noche del 10 de octubre de 1978. Aunque Susan le informó a Cottingham que tenía compromisos para el resto de la noche, le proporcionó su información de contacto en el Hotel Alpine. Al día siguiente por la noche, Cottingham llamó a Susan y la invitó a salir a medianoche. Cottingham paso a recogerla en su Thunderbird granate. Susan describiría más tarde a Cottingham, quien se hacía llamar "Jim", como una persona amistosa.
Durante la salida, Cottingham ofreció a Susan varias copas cargadas de drogas mientras se dirigían al Flanagan's Tavern en la Primera Avenida. Susan luego despertaría cubierta de su propia sangre en la habitación 28 del Airport Motel de South Hackensack. Cottingham había torturado a Susan, infligiéndole lesiones en la cara, los pechos, la vagina y el recto. Además, la golpeó varias veces con una manguera de jardín y le arrancó los pendientes de oro de las orejas. El capitán John Agar, del Departamento de Policía de South Hackensack, la llevó al hospital y realizó una inspección en la habitación 28, donde recolectó pruebas que luego entregó al laboratorio de la policía estatal de Nueva Jersey. Allí, los investigadores encontraron líquido seminal dejado en una toalla, ademas se comprobó que el individuo tenia sangre del tipo O.
A principios de diciembre de 1979, los bomberos respondieron a una llamada en el Travel Inn Motor Hotel en la calle 42 debido a un incendio en la habitación 417. A pesar del humo espeso que encontraron en la habitación, uno de los socorristas notó la presencia de cuerpos en las dos camas individuales e intentó administrar la RCP. Sin embargo, se encontraron con un problema aún más grave: los cuerpos de las mujeres no tenían cabezas ni manos.
Los investigadores notaron que la escena del crimen carecía de evidencia y no pudieron identificar a las víctimas. Sin embargo, encontraron su ropa, que incluía un par de vaqueros Bonjour, leotardos blancos y un abrigo de piel negro, meticulosamente doblados en la bañera.
Al no tener información sobre las víctimas, la policía recurrió a maniquíes de grandes almacenes cercanos, vistiéndolos con la ropa encontrada en la escena del crimen, con la esperanza de que amigos o familiares pudieran identificarlas. Un amigo de una de las víctimas se presentó y la mujer asesinada fue identificada positivamente más tarde mediante una cicatriz de cesárea y una radiografía de tórax, como la prostituta de 22 años Deedeh Goodarzi. Sin embargo, hasta la fecha, la otra joven nunca ha sido identificada.
El 5 mayo de 1980, el cuerpo de Valerie Ann Street, una trabajadora sexual de 19 años, fue hallado en el Quality Inn en Hasbrouck Heights, Nueva Jersey, por la asistente del motel Maryann Sancanelli. Valerie, se habia registrado como "Shelly Dudley", en la habitación 132 con Cottingham. Su cuerpo fue descubierto debajo de la cama por la asistente del motel. Los investigadores encontraron a la joven esposada y con señales de estrangulamiento, además de haber sido amordazada con cinta adhesiva blanca. Presentaba marcas de mordiscos en los pechos, así como en otras partes del cuerpo y la cabeza, además de múltiples incisiones menores en los senos. La causa de su muerte fue asfixia. La policía descubrió una huella digital en la llave utilizada para abrir las esposas.
El 12 de mayo de 1980, la trabajadora sexual Pamela Weisenfeld fue descubierta golpeada en un estacionamiento en Teaneck, New Jersey. Según los informes policiales y médicos, su agresor la había mordido varias veces. Después de encontrarse con Cottingham, Pamela fue drogada y brutalmente golpeada, sufriendo múltiples heridas en todo el cuerpo. Tras ser encontrada, fue trasladada al hospital.
El 15 de mayo de 1980, el cuerpo de Jean Renyer, de 25 años, fue encontrado en el Seville Hotel de Nueva York. Los investigadores descubrieron que su agresor le había cortado el cuello y le había extirpado ambos pechos, dejándolos en el cabecero de la cama. El cuerpo de Renyer fue luego incendiado en un intento del asesino por eliminar evidencia. Este fue el ultimo asesinato de Richard Cottingham aunque no seria su ultimo intento.
A las 9:30 a. m. del 22 de mayo de 1980, la policía ingresó a la habitación 117 del mismo Quality Inn donde Carr y Street fueron asesinadas, y encontraron a Leslie Ann O’Dell, una joven de 18 años, conocida fugitiva y trabajadora sexual. O'Dell había sido recogida por Cottingham en Manhattan el día anterior y habían llegado al Quality Inn juntos en automóvil. O'Dell afirmó haber sido torturada por Cottingham durante horas antes de poder pedir ayuda. Cuando Cottingham intentó huir por el pasillo del motel, los agentes de policía lo detuvieron.
Le fue incautado un arsenal completo para cometer homicidios: esposas, mordazas de cuero, collares de esclavo, cuchillos, pistolas y pastillas.
Ante las contundentes pruebas reunidas, los investigadores establecieron una conexión entre el último ataque y agresión sexual con los homicidios anteriores, trazando así un sombrío patrón de crímenes. Al reconstruir meticulosamente los movimientos del sospechoso, lograron esclarecer hasta seis casos relacionados. Durante el registro de su hogar, se encontraron con una especie de santuario macabro, lleno de objetos personales y recuerdos pertenecientes a sus víctimas, revelando la oscura obsesión del perpetrador. Ante esta abrumadora evidencia, Cottingham no pudo mantener su postura de inocencia y, en un sorprendente giro, admitió frente a las autoridades: "Tengo un problema con las mujeres". Con el paso del tiempo, proporcionó detalles vívidos sobre cada uno de los crímenes, incluidos aquellos cometidos en los años sesenta.
El sospechoso ahora enfrentaba una larga lista de cargos, que incluían secuestro, intento de asesinato, asalto agravado, posesión de armas y sustancias controladas como Secobarbital y Amobarbital, o Tuinal, y Diazepam o Valium.
Los tribunales de Nueva York y Nueva Jersey, ciudades donde ocurrieron los asesinatos, llevaron a Cottingham a juicio y lo sentenciaron a 200 años de prisión por seis homicidios en 1982. Además de las pruebas mencionadas previamente, se presentaron recibos de hoteles donde Cottingham había estado con las víctimas, los cuales llevaban su letra y firma, así como huellas dactilares, algunas encontradas en las esposas utilizadas en los crímenes, y el testimonio de tres sobrevivientes, incluido el de Valerie Ann.
Tan solo tres días después de la sentencia, Cottingham intentó quitarse la vida en su celda: primero, con una sobredosis de antidepresivos, y luego, tratando de cortarse las venas con el cristal de sus gafas. En uno de los juicios en Nueva York, incluso llegó a sacar una navaja del bolsillo y amenazó con autolesionarse frente al jurado, siendo inmediatamente controlado por la seguridad.
La vida de Jennifer Weiss dio un giro cuando, tras la muerte de su madre, fue criada por una familia adoptiva. Con el tiempo, al descubrir que sus padres biológicos no eran quienes la habían criado, decidió embarcarse en la búsqueda de su pasado. A los 24 años, llegó a Children's Home Society, una organización sin fines de lucro dedicada al cuidado de niños huérfanos en Nueva Jersey. Fue entonces cuando descubrió la impactante verdad: su madre biológica Deedeh Goodarzi había sido asesinada.
Con el tiempo, gracias a la difusión en diversos medios de comunicación, se reveló públicamente que Richard Cottingham era el criminal conocido como "El asesino del torso", responsable de la muerte de Goodarzi y otras nueve mujeres. Lo que muchos no imaginaban era que había perpetrado muchos más homicidios.
Jennifer decidió idear un plan para buscar justicia, no solo por su madre, sino también por todas las víctimas de Richard Cottingham.
“La magnitud de lo que hizo es insondable, pero me hice amiga de Richard por el bien de mi madre y por mi búsqueda. Estoy haciendo esto por las madres que perdieron a sus hijas y a mi propia madre. Y para estas chicas que sus vidas terminaron una noche o un día por Richard jugando a ser Dios. No estaré tranquila hasta que averigüemos quiénes eran. Por eso hago lo que hago”
Además de los seis asesinatos por los que fue condenado, casi treinta años después, Richard decidió confesar otro crimen: el de Nancy Vogel. Fue en 2010 cuando el asesino admitió haberla matado en 1968. Pero esta revelación no fue la única. Debido a la presión ejercida por parte de los investigadores de casos sin resolver, en diciembre de 2019 Cottingham confesó haber asesinado a otras tres adolescentes entre 1968 y 1969. Las víctimas eran Jackie Harp, Irene Blase y Denise Falasca.
Este último testimonio surgió gracias a Weiss, quien inició una correspondencia con Cottingham, ganándose su confianza y logrando obtener los escalofriantes detalles de muchos de los crímenes cometidos por el hombre. Actualmente, Cottingham tiene 77 años, y la sorpresa fue enorme cuando se supo que afirma haber matado a 105 personas, de las cuales 30 aún no han sido identificadas.
Una vez que comencé a averiguar detalles sobre el crimen de mi madre, fue cuando abrió la puerta para hablar sobre las otras mujeres que asesinó. Creo que tenemos hasta 75 casos sin resolver”.
Richard Cottingham cumple una condena de prisión de 200 años, pero esta sentencia solo corresponde a 11 de los 105 asesinatos que Richard mencionó haber cometido.
Jennifer Weiss continúa su vínculo de amistad con el asesino de su madre con el objetivo de descubrir los nombres de las víctimas no identificadas, convencida de que merecen ser reconocidas y recibir justicia.
Conclusiones:
Este caso me ha dejado sumamente desconcertada, pero hoy necesito hablar sobre la relación de amistad entre Jennifer Weiss y el asesino de su madre. Aunque algunos aplauden su supuesta valentía por mantener este lazo con alguien tan despreciable, para mí es simplemente inconcebible. La idea de continuar después de obtener ciertas confesiones me resulta imposible de aceptar. No puedo imaginar en ningún universo posible bromear o tomarme fotografías con alguien que ha arrebatado la vida a quien me dio la mía. Es una situación que desafía cualquier lógica o comprensión y me deja sin palabras ante la complejidad de las emociones humanas.
Enlaces:
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Cottingham
https://prisioneroenargentina.com/la-hija-de-la-victima/
https://ashmysteries.com/2021/04/18/solved-nancy-schiava-vogel/
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